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XXXV Olimpiadas Colombianas de Física

Foto del escritor: Diego PrietoDiego Prieto

Actualizado: 15 oct 2020


Área de CAS: Servicio.

Dado que representé a mi colegio en un evento de muy alta importancia con el propósito de dejar su nombre en alto.


Objetivos de aprendizaje:

  1. Identificar en uno mismo los puntos fuertes y las áreas en las que necesito mejorar.

  2. Mostrar que se han afrontado desafíos y se han desarrollado nuevas habilidades en el proceso.


Profesor: David Cómbita.


Organización: Colegio Nueva York.


Evaluación de riesgos: No es necesaria.


Etapas CAS:

Investigación:

Este año, el área de Ciencias Naturales de mi colegio escogió a los mejores estudiantes de física de noveno, décimo y once para participar en las XXXV Olimpiadas Colombianas de Física organizadas por la universidad Antonio Nariño. Estas olimpiadas prueban los conocimientos y habilidades de estudiantes cursando bachillerato en todo el país, para así escoger a los mejores estudiantes de la nación para representarnos en competencias a nivel internacional. Entre estos estudiantes yo fui escogido, y claramente acepté de manera gustosa la invitación, ya que me gusta mucho la física y esta sería la primera oportunidad para poder poner a prueba mis conocimientos en esta área fuera del salón de clases.


Preparación:

Era claro que tenía que prepararme para estas pruebas porque, a pesar de estar cursando Física como parte de mi Diploma IB, había diversos conceptos que no había estudiado aún o que necesitaban ser repasados. La preparación para esta serie de experiencias fue particular para cada instancia de la competencia y por eso voy a dividirla en 3 partes:


Prueba Clasificatoria:

El profesor de física liderando la preparación para estas pruebas, David Cómbita, nos comentó que esta prueba era de opción múltiple y solo evaluaba temas de mecánica, lo cual habíamos visto recientemente en clase y por tanto teníamos una buena idea. A pesar de ello, David hizo alto énfasis en que no se podía tomar el tema a la ligera, y que era necesario estudiar los temas y repasar conceptos. Debido al alto número de participantes en diversos grados y la temprana etapa en que nos encontrábamos, no hubo una preparación dirigida por el profesor, por lo cual fue necesario prepararse en casa con algunos ejercicios que nos mandó.


Prueba Selectiva:

Como a esta etapa solo pasamos 9 personas, fue mucho más sencillo organizar preparaciones en el colegio para profundizar en los temas de mecánica, ya que esta prueba sería de preguntas abiertas. Además del estudio que hice en casa, el profesor nos hizo algunas clases en tiempos de descansos y una vez por la tarde, donde nos explicó ciertos temas que no se ven en el colegio dentro del IB pero que sí hacen parte del currículo nacional.


Prueba Semifinal:

Habiendo llegado a esta etapa tan avanzada, era evidente que sería necesario realizar una preparación mucho más profunda, en especial porque para esta prueba se evaluarían muchos más temas como electromagnetismo o termodinámica. Para la preparación a esta prueba, a lo largo de alrededor de 3 meses destinamos una hora de dirección de grupo para prepararnos esta prueba entre el profesor David y otros dos compañeros que llegaron a este punto.


Acción:

De la misma forma que la Preparación, voy a dividir esta sección en las 3 pruebas que realicé:


Prueba Clasificatoria (19 de marzo):

Esta prueba la realizamos en el colegio. Yo me sentía preparado para esta prueba, ya que sentía que había estudiado lo suficiente los días anteriores y el tema de mecánica era uno de los que más dominaba dentro de lo poco que llevaba cursado de Diploma. Al momento de presentar la prueba, el hecho de que estuviese cerca de varios compañeros míos hizo que el ambiente fuese alegre, haciendo chistes y molestando antes de que llegasen las pruebas. Al momento en que recibí la prueba y repasé la primera página, me sentí más confiado, ya que había muchas preguntas que me parecían sencillas y evidentemente no me tardé en responder.

Habiendo avanzado un poco más en la prueba me topé con algunas preguntas más complicadas, llegando al punto en que no tenía idea de cómo se podrían resolver unas preguntas en particular. Ante esta situación, decidí retomar la calma y leer con mayor atención las preguntas, lo cual me permitió percatarme de unos datos que la prueba daba y que hacían sencilla la resolución de las preguntas.

Acercándome al final de la prueba, cuando algunos de mis compañeros ya habían entregado sus pruebas, me encontré con algunas preguntas con conceptos que no conocía particularmente bien, pero hice lo que suelo hacer al momento de presentar un examen de física en el salón: imaginarme lo que pasaría en la vida real. Esto que me estaba imaginando me permitió responder las últimas preguntas, y después de revisar que había rellenado bien los círculos en la hoja de respuestas, entregué mi prueba con un sentimiento de satisfacción por lo que había hecho.

El día que llegaron los resultados, el 22 de abril, el profesor David me sacó de clase para comentarme de algo que había pasado. Al principio me preocupé, pensando que se debía a que había algo raro en mi prueba y que había causado algún problema, pero David finalmente no pudo ocultar su sonrisa y me hizo entrega de un diploma que me acreditaba como la mejor prueba en mi colegio. Después de esto me dio aún mejores noticias: De los 125 puntos posibles, obtuve 120, ubicándome por encima del 99.29% de personas que presentaron la prueba. Claramente, no pude dejar de sonreír durante el resto de la clase.


Prueba Selectiva (9 de mayo):

Sinceramente, para esta prueba ni yo ni mis compañeros teníamos mucha fe. A pesar de tener una buena preparación, el hecho de que esta prueba tuviese preguntas abiertas nos ponía muy nerviosos, ya que particularmente en física, es fácil alejarse de un resultado concreto por el simple hecho de redondear mal, o de escribir mal un número en la calculadora. De por si, yo aposté con una profesora a que no iba a pasar por más que lo intentase.

Cuando llegó el día de la prueba, no podía negar que estaba muy asustado. Al recibir la prueba, le dediqué su buen tiempo a rellenar los círculos de mi nombre para poder calmarme un poco. Cuando me adentré en la prueba, me di cuenta de que no iba a ser nada fácil. Si bien comprendía de que se trataban la mayoría de las preguntas y lo que pretendían que hallase, lo que para mí es lo más difícil de una prueba de física es saber que fórmulas utilizar, lo cual empeora muchísimo cuando no puedo utilizar el cuadernillo con fórmulas que normalmente utilizamos en clases IB.

Después de estas impresiones iniciales, comencé a responder la prueba. Había algunas preguntas relativamente fáciles que pude responder algo rápido, y habían algunas que sabía que definitivamente no podría responder, como por ejemplo una pregunta de energía cinética y potencial, tema que nunca me interesó mucho y no dediqué mucho tiempo en estudiar. Al haber pasado esas preguntas, llega ese punto en este tipo de pruebas donde quedan las preguntas que uno sabe que puede responder, pero que no está seguro cómo, y por eso se queda mirando a la hoja y al cielo por unos 15 minutos seguidos. En ese punto comencé a hacer algo que me acostumbré a hacer en clase con mi compañero Jose Mosquera: utilizar un borrador para simular el comportamiento de un cuerpo. Esto significa que comencé a tirar mi borrador al suelo numerosas veces, lo cual genuinamente me hizo entender el problema (tristemente cuando recibimos los resultados, me di cuenta de que lo tuve mal porque al redondear escribí como respuesta 79 en lugar de 80). El hacer esto con el borrador se hubiese visto algo raro si no fuese que otras 3 personas lo estaban haciendo también.

Al final si terminé la prueba, pero como todos los demás, no creía que fuese a pasar a la siguiente ronda. Finalmente, el 27 de mayo, los resultados llegaron, y por medio de WhatsApp durante nuestro descanso en el colegio, Cómbita comenzó a tomarnos del pelo sobre las personas que habían pasado a la siguiente ronda (lo cual todos creímos que era simplemente una broma cruel). Cuando escribió mi nombre entre las únicas 3 personas que habían conseguido ese puesto entre los primeros 500, lo único que pude hacer fue ir donde la profesora con la que hice la apuesta para preguntarle cuál helado quería.


Prueba Semifinal (12 de septiembre):

El simple hecho de tener que ir a una sede de la universidad para presentar la prueba era suficientemente intimidante, quitando el hecho de que eran demasiados temas, y más que eso, fórmulas. Cuando abrieron las puertas del lugar donde estaríamos las siguientes 2 horas, no podía dejar de pensar en lo asustado que estaba. En el momento en que recibí mi prueba y leí que iban a calificar también procesos, sabía que sería muy complicado pasar a la final, pero recordé que esa mañana mi hermano, quien estaba de cumpleaños, me dijo que yo era muy bueno y que podía hacerlo. Esas simples palabras fueron las que me motivaron a tratar de responder dicha prueba.

Adentrándome en las preguntas, me di cuenta de que la mayoría podría tratar de responderlas, pero que el hecho de que calificasen mis procesos haría todo más complicado. Sinceramente, sobre las preguntas en concreto y lo que sentí al responderlas, no me acuerdo mucho, pero sé que llamé dos veces al organizador para hacer preguntas y que tuve que borrar numerosas veces. Al final si respondí toda la prueba, y quedando media hora para que se acabase el tiempo, me decidí a entregarla. Sabía que había hecho todo lo que podía, y a pesar de ver las hojas llenas de número de los demás participantes, no sentía que había hecho un mal trabajo.

El 5 de octubre llegaron los resultados, y efectivamente, ni yo ni mis compañeros logramos llegar a la final de estas olimpiadas, pero el simple hecho de ver que había ocupado el puesto número 167 de entre las 10,000 personas que se decidieron a darle un chance a esta competencia, fue suficiente para mí para saber que había cumplido con mi propósito al comenzar esta serie de experiencias: probarme que podía hacerlo. Lo único que quedaba era agradecerle al profesor David por todo el apoyo en este proceso, y asegurarle que el año que viene le estábamos apuntando a llegar a esa final.


Reflexión:

Esta serie de experiencias tuvo un altísimo impacto en mí, ya que fue una de las primeras cosas que hice dentro del campo de las ciencias naturales por fuera de mi colegio, y logró reafirmar la pasión que siento por esta área, a la cual pienso dedicarme en mi futuro. Además de los conceptos físicos que aprendí o reforcé durante la preparación, lo que mayor impacto dejó para mi es el hecho de que no tengo porque tenerle miedo a una prueba de estas, ya que si fui escogido es porque tengo lo necesario para desempeñar un buen papel, y, a fin de cuentas, salirme un poco de mi zona de confort y afrontarme a nuevos desafíos.

Definitivamente estoy buscando participar el próximo año en esta competencia, pero no pienso quedarme ahí. Esta competencia me dejó claro que esto es lo que me gusta: competir y desafiarme, y estoy completamente seguro de que habrá más oportunidades para poder hacerlo.


Demostración:

  1. Identificar en uno mismo los puntos fuertes y las áreas en las que necesito mejorar: Con cada prueba me di cuenta de fortalezas que tenía en ciertos temas, como en mecánica, y que habían otros que me hacía falta trabajar para obtener mejores resultados, como movimiento rotacional.

  2. Mostrar que se han afrontado desafíos y se han desarrollado nuevas habilidades en el proceso: Este fue definitivamente uno de los primeros desafíos que afronté en el programa de CAS, y siento que me dio muy buenas bases para futuras competencias.

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